Décadas atrás, lo más popular era que al colegio se iba vestido con un uniforme preparado por dicha escuela. El traje escolar era una parte importante de la vida social e incluso servía para identificar a los estudiantes de dicha escuela y para que los estudiantes se identificaran con los valores que la escuela seguía.
Hoy en día sólo quedan algunas escuelas que mantienen ese rigor en el estilo de vestimenta. La mayoría de las escuelas se muestra más indiferente a cómo se visten sus estudiantes, con tal de que respeten las normas generales, entre ellas las más básicas son que no se puede enseñar demasiado cuerpo o ser demasiado extravagante.
Hay escuelas que tienen normas propias de vestir, sin embargo la situación por la que pasó Kaitlyn Juvik en el Instituto Helena en Montana es un tanto preocupante en cuanto a las normas que impone la escuela.
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