Aunque en la década de los 90 y a después del 2000 Tom Cruise (53) era uno de los actores que se consideraban los más populares de Hollywood, las noticias que desde hace un tiempo tienen que ver con él y su vida -tanto la privada, como la profesional- resultan ser cada vez más tenebrosas e inquietantes. Mucho que desear deja sobre todo su relación con su única hija biológica, Suri (10), nacida del matrimonio con la también actriz, Katie Holmes (37).
Cuando, en el 2006, después de haber terminado su larga relación con su segunda esposa,Nicole Kidman, y algunas otras estrellas del cine, entre las que se puede enumerar a las fulminantes hispanas, Penélope Cruz y Sofía Vergara, el actor conocido por sus actuaciones en Misión: Imposible terminó contrayendo nupcias con la joven y hermosa Katie Holmes -estrella de la exitosa serie de televisión Dawson's Creek-, los medios de comunicación se enloquecieron. Los dos parecían formar una pareja perfecta.
La pareja lucía feliz, bella e inseparable: hasta el día de hoy la prensa sigue recordando algunos de los momentos más bonitos en los que se ha captado con las cámaras a ellos dos, por lo cual la noticia de que esperaban un niño para el año 2006 empezó a aparecer en los titulares, todo el mundo se sintió aún más feliz por los dos y su vida matrimonial. La pequeña Suri nació sin problemas, de un parto silencioso, típico de cienciólogos: una secta religiosa cuyo afiliado más conocido y determinado es el mismo Cruise.
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