Asombrosa historia de este bebé que murió hace 300 años. No podrás crees lo que le pasó!



Cuando solemos pensar en una momia, ¿qué es lo que se nos viene a la mente? Normalmente, la mayoría de nosotros piensa en una imagen de Egipto de una momia envuelta en vendas y enterrada en el interior de una pirámide. Aunque cabe decir que las egipcias son las más famosas, las momias han sido encontradas en muchos lugares de todo el mundo, desde Groenlandia a China a la Cordillera de los Andes de América del Sur. Una momia es el cuerpo de una persona (o animal) que se ha mantenido después de la muerte.





Normalmente, cuando mueren, las bacterias y otros gérmenes salen a comer los tejidos blancos (como la piel y los músculos), dejando sólo los huesos intactos. Ya que las bacterias necesitan agua para crecer, la momificación realmente ocurre si el cuerpo se seca rápidamente después de la muerte. El cuerpo puede ser tan bien conservamos que se puede decir la forma en que la persona muerta vivió. Las momias se hacen de forma natural o por embalsamiento, es decir, cualquier proceso que usa la gente para ayudar a preservar un cadáver.




Las momias pueden ser secadas por frío extremo, por el sol, por el humo, o el uso de productos químicos, como natrón (en el caso de la momificación egipcia). Algunos cuerpos se convirtieron en momias y otros fueron enterrados y conservados con mucho cuidado. Los antiguos egipcios creían que la momificación del cuerpo de una persona después de la muerte era esencial para garantizar un paso seguro al más allá. Pues de lo que hablaremos en el artículo de hoy es sobre uno de esos nuevos descubrimientos de momias que no tienen nada que ver con las egipcias.




En el año 1994, unos arqueólogos descubrieron unos ataúdes perfectamente conservados debajo de una iglesia en Hungría. Eran dos cuerpos momificados que pertenecieron a una madre de 38 años de edad, de nombre Verónica, y su hijo de un año de edad, Yohan, y que probablemente murieron debido a la tuberculosis. Recientemente, las momias fueron transportadas al interior del Centro Médico Mundial del Condado de Orange en Santa Ana, California, a 6.000 millas de donde fueron descubiertas enterradas.





Ahora, los médicos se establecen para llevar a cabo las autopsias tardías, en un esfuerzo por descubrir la información más vital de la tumba. Pero Verónica y Yohan no fueron los únicos cuerpos encontrados debajo de dicha iglesia, pues más de 250 momias fueron descubiertas en la misma cripta subterránea. Los expertos son conscientes del hecho de que no había antibióticos o medicamentos hace 300 años, pero eso no evita que estén buscando más respuestas.







Cómo vivieron sus vidas? Y exactamente, ¿por qué murieron tantos niños en esa época? Con el uso de la primera autopsia virtual jamás realizada en momias, los médicos esperan resolver los secretos de qué llevó a esta madre y a su hijo a sus tumbas. Los resultados de la tomografía computerizada se darán a conocer en el Museo Bowers durante la exposición de “Momias del Mundo”, que se llevará a cabo en el mes de septiembre de 2016. Esperemos que le haya gustado el artículo sobre este hallazgo.









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